Por cierto, anoche –y con la inestimable colaboración del insomnio– termine Sinsonte, la novela de Water Tevis. La elegí por muchos motivos: temática (ciencia ficción), un autor reconocido y que me gusta (El hombre que cayó a la Tierra, El buscavidas, Gambito de dama, etc), buena puntuación en Goodreads (4.16), etc.
Pues no me ha convencido 
La novela nos plantea un futuro distópico en el que la automatización de la sociedad ha llegado a tal nivel que los humanos nos hemos vueltos unos seres hedonistas que no saben hacer nada (¡ni leer!) y no tienen aspiraciones. Su única ocupación es comer, practicar sexo (rápido) y drogarse.
Hasta ahí, mola. Sin embargo, la trama principal no ha llegado a interesarme en ningún momento. La historia es un tanto infantil a ratos, como escrita por un adolescente, lo que unido a cierto exceso a la hora de insistir en algunas cosas, me ha acabado aburriendo un poco.
De haber sido un relato breve de 25 o 30 páginas me hubiera gustado mucho más. Supongo...
Un ensayo sobre cómo la educación nos prepara para la sociedad de consumo y cómo esta no sirve para reducir la desigualdad
